Como os comenté en un anterior post finalicé mi primer MOOC, pero como soy un culo inquieto y me encanta aprender cosas nuevas a diario, me apunté a un nuevo curso impartido por la Academia de El Caparazón e impartido por la psicóloga social Dolors Reig (@dreig). Se trata del curso titulado “”.
La creatividad siempre ha sido un aspecto del ser humano que me fascina y me asombra por igual, y siempre he creído que debería ser un aspecto a potenciar dentro de cualquier tipo formación y no únicamente en las etapas iniciales obligatorias.
En el primer módulo formativo, además de unas lecturas muy interesantes y de vídeos obligados como lo es el del famoso Sir Ken Robinson diciendo que las escuelas matan la creatividad, he podido visualizar un vídeo impresionante sobre la explicación que hace Jill Bolte Taylor del día que se levantó con un derrame en su lado izquierdo del cerebro y de las sensaciones que percibía del mundo exterior.
Además, nos han pedido que presentemos un ejemplo llamativo de inteligencia alternativa, creativa. La primera persona que me vino a la cabeza cuando leí el enunciado de la actividad fue Dani Garcia (Woody), chico de 31 años que desde que tenía unos 5 años ya jugaba con el Spectrum que heredó de su padre, además, siempre ha sido un gran aficionado a los juego de mesa, tanto de estrategia como de rol, así como un apasionado de la lectura.
La combinación de todos estos elementos de forma continuada a lo largo de su vida le han hecho tener una imaginación y una creatividad espectacular consiguiendo desarrollar dos juegos de mesa (con toda su normativa y sus cartas asociadas) así como conseguir desarrollar, desde su adolescencia a base de autoaprendizaje, lo que es su profesión hoy en día, la creación de personajes en 3D (podéis ver algunos de sus trabajos en esta galería).
Él es una muestra que, como hemos podido escuchar y leer en los materiales de estudio, la tecnología y en concreto, los juegos de rol, son una fuente que ayudan a desarrollar este lado más creativo del ser humano, desmitificando así, la cantidad de noticias negativas que se han volcado sobre este tipo de juegos.
NOTA: Este post fue publicado originariamente en TrendTeach por la misma autora.
¡Ay, el Spectrum! Yo también tuve uno, como tanta gente. Para los que no lo sepáis, por jóvenes :-), era un ordenador con el que antes se jugaba a videojuegos como hoy se hace con las consolas, pero también era un ordenador de verdad, programable mediante BASIC o incluso ensamblador para los más locos por la informática. Ya entonces se quejaban algunos ingleses (la potencia en videojuegos de entonces) y venían a decir que el cambio de los ordenadores por las consolas ya no permitiría enredar y descubrir a los más curiosos, como este chico y convertiría a la gente en simple consumidora de videojuegos japoneses. Algo de eso ha sucedido. Hoy yo creo que el perfil de autodidacta entusiasta que acaba llegando lejos se da más entre la gente del software libre. Por cierto, detrás de los ingleses, la segunda potencia en videojuegos en Europa éramos nosotros. Ved esto: https://www.youtube.com/watch?v=vSo4HVueuUY
ResponderEliminarHola Daniel!
ResponderEliminarMenudos recuerdos de infancia al oír el ruido del inicio del vídeo!!! Aún recuerdo algunas de las escenas del juego (sí, en cassette) de Las Tortugas Ninjas y con esa gran combinación de colores que iban desde el verde claro hasta el verde oscuro!!
Gracias por comentar!
Anna
Bon article, Jubete! Petonets! Ho comentarem personalment.
ResponderEliminarQuan vulguis Anna, ja ho saps!
ResponderEliminarUn petó!