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domingo, 27 de enero de 2013

¿Cambio metodológico en las aulas universitarias?

Time for Change de marsmet546
CC BY-NC-SA 2.0 (http://flic.kr/p/dwCCjH)


Como ya os comenté en un anterior postThe New York Times publicó un artículo titulado “Saying no to college”.

En este post no me voy a centrar en la evidencia palpable que hoy en día tener un título no te asegura un futuro y de la sensación personal que a veces este afán por tener un título parece más una carrera por ver quién obtiene más diplomas para empapelar las paredes que aprender por el gusto de aprender.


En lo que me voy a centrar es en remarcar la necesidad de un cambio en la universidad derivado de la sociedad de la información en la que vivimos hoy en día, tal como indico en el post que os he comentado antes "¿Las universidades están preparadas para la sociedad de la información?".

Desde mi propia experiencia, las clases universitarias están masificadas, donde los profesores van pasando sin apenas molestarse en conocer el nombre de la mitad de sus estudiantes y, en muchas ocasiones, utilizando el mismo material de aprendizaje año tras año y utilizando metodologías principalmente magistrales (ya sea por decisión propia del profesorado o por “imposición” al encontrarse con esa masificación en las aulas) y en donde gran parte de la nota final se corresponde a un examen que se realiza al final de curso que, supuestamente, es un reflejo de todo lo que has aprendido a lo largo del semestre. Ahora parte de estas metodologías magistrales se han visto parcialmente diluidas por la incorporación de Boloña dentro del sistema educativo universitario, pero aún queda un largo camino por recorrer, metodológicamente hablando.

Seguramente esto puede parecer el reflejo de cualquier carrera universitaria, pero cuando te refieres a una carrera como Pedagogía, aún tiene más delito, sobre todo cuando el susodicho profesor te está explicando la importancia de toda la corriente pedagógica de la escuela nueva, sentado detrás de su mesa colocada encima de una tarima y leyendo unos apuntes amariellados por el paso del tiempo (este escenario no hace tanto que yo lo viví, estamos hablando del año 2007).

Es evidente que frente a este panorama y, el que muchos otros universitarios se pueden encontrar, si se le suma al hecho que la sociedad de la información en la que vivimos nos pueden proporcionar muchos de los nuevos aprendizajes de forma totalmente gratuita, la función de las universidades debe cambiar, porqué está claro que hay muchas personas que han conseguido tener éxito en sus carreras profesionales sin la necesidad de acabar sus estudios post-obligatorios .

Creo que, entre otras cuestiones, lo que se debe cambiar dentro del mundo universitario es la forma de enfocar las clases, es decir cambiar la forma en el que se produce el proceso de enseñanza-aprendizaje para pasar a ser un espacio donde el alumnado pueda poner en práctica todos aquellos conocimientos que le serán requeridos cuando salga al mercado laboral.

La cuestión es acercar el mundo real dentro de las aulas universitarias mediante la supresión de clases magistrales para realizar un trabajo más por grupos, para potenciar el trabajo colaborativo, y a la vez, focalizar el proceso de enseñanza-aprendizaje para que sea realizado por proyectos que puedan ser reflejo de la vida real. Con este cambio de enfoque, se podría conseguir que las universidades fueran “pequeños laboratorios” donde el alumnado, además de adquirir nuevos conocimientos, también los podría poner en práctica.

No digo que sea una tarea fácil trabajar de esta forma cuando en la clase hay perfectamente 50 alumnos, pero tampoco es una tarea imposible.

Evidentemente, este no sería el único cambio a realizar dentro de las universidades (rebajar las tasas, invertir en formación del profesorado, abrir las carreras para que sean más flexibles en cuanto a formación…) pero por algo se debe empezar.

¿Qué os parece?

Creéis que este cambio es necesario en la universidad o hay otros más prioritarios? Explicadnos vuestra experiencia en el espacio de mensajes!

NOTA: Este post fue publicado originariamente en TrendTeach por la misma autora.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con el post. Recuerdo que al poco de acabar la carrera yo le enseñé un artículo, que no llegué a publicar en ningún sitio, a uno de mis profesores, con el que tenía confianza, donde llamaba "regurgitarlo el día del examen" a la manera en cómo demostrabas lo que habías estudiado, que no aprendido. ¿Me quiere alguien explicar por qué la Universidad parece tantas veces que no es una institución educativa? ¿Por qué se admite que un profesor asociado se limite a leer los apuntes que le prepara otro durante cuatro meses? ¿Por qué, si a un asociado le pedían sólo la licenciatura y para enseñar en un instituto te pedían también el CAP, entonces hacían falta menos cualificaciones para enseñar en la universidad que en un instituto? ¿Por qué hoy día tantos estudiantes tienen que sufrir que con Bolonia les encarguen trabajo tras trabajo para que luego cuente el examen? Hay muchas preguntas que la Universidad española tiene que hacerse y responderse antes de que profesores de la misma, metidos a ministros, se dediquen a cambiar las leyes que afectan a otros niveles educativos, que desconocen, cada dos por tres.

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  2. Hola Daniel,
    Estoy de acuerdo con tu comentario e incluso nunca me había llegado a plantear que un profesor de universidad no tiene porqué tener conocimientos pedagógicos como un profesor de otro nivel reglado... realmente es un sinsentido (como otras muchas cosas).

    Muchas gracias por tu comentario!

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Un saludo!